martes, 12 de agosto de 2008

GUARDARROPA

No todas podemos tener un guardarropa de Chanel, Armani, Carolina Herrera o Dior. Ni esencias francesas ni atendernos con los estilistas de moda. Y como no podemos, pues no vamos a sentarnos a llorar toda la vida por ello y lamentarnos de cuán desgraciadas somos. Sin duda el mundo de las grandes marcas tiene un sabor especial para las mujeres, un glamour que nos hace querer lucir tan perfectas como las grandes modelos de pasarela. Pero resulta que somos mujeres del gremio “normal”. Mujeres que trabajamos fuera de casa o dentro de ella. Mujeres madres y esposas. Y sabemos que nuestra vida está bastante alejada del mundo de la alta costura y de las creaciones de diseño. Pero debemos saber que cada mujer es única e irrepetible y que en nosotras está el sacar el mejor partido a lo que tenemos. Una mujer no existe en base a lo que lleva fuera, sobre su cuerpo. Sin embargo, es coquetería natural de nosotras el querer vernos bien y eso es correcto. Quizá sería mejor y nos veríamos menos presionadas si viviéramos en una isla como “Las tres sirenas” de Irivin Wallace. Pero resulta que no, que vivimos en un mundo bastante complejo en el que la apariencia es parte importante del éxito y hasta del aprecio y hemos aprendido a vivir o quizá a sobrevivir en este mundo.

Pues bien, ya que no podemos costearnos “excentricidades” carísimas y no vamos a morir de tristeza por eso, debemos saber que nuestro guardarropa puede ser algo bello, presentable y que no ha de costarnos no uno, sino los dos ojos de la cara. ¿Qué debemos hacer para ello? Algo importante es adquirir prendas básicas en colores neutros y fácilmente combinables: un pantalón negro y uno beige pueden ser muy apropiados; también alguna blusa blanca es imprescindible y, sería ideal contar con un par de faldas de un largo adecuado también en colores neutros. Esto sería lo básico, pero claro, debemos adquirir algunas blusas que combinen con nuestros básicos de forma armónica y, algo muy importante, un buen saco de lana y uno ligero que podamos usar cuando se requiera. Hoy día, los pantalones vaqueros son una prenda muy fácil de combinar y que de acuerdo al tipo de zapatos y accesorios, puede ser tan formal o informal como se requiera. Aunque desde luego, nunca podrán servirnos para cuestiones de etiqueta o eventos demasiado formales. No escojas nunca una prenda que no tengas con qué combinar, porque pasará mucho tiempo para que la uses o se quedará guardada. Es impactante lo que puede cambiar una blusa blanca con accesorios distintos. Diviértete probando collares, mascadas de colores y cualquier cosa que sea femenina y sobre todo, que te guste. Y eso sí, un vestido negro podrá sacarte de los peores apuros, procura hacerte de alguno de corte sencillo y de largo adecuado, para que puedas usarlo tanto de día como de noche.

En cuestiones de fragancias, ya hablaremos después. Te sorprenderás al saber que puedes realizar las tuyas con muy poco dinero y con productos naturales.

Issa Martínez